Una
obra de arte. Un paisaje digitalmente hiperrealista. Mejor, un paisaje
conectado. El artista venezolano Yucef Merhi ha creado una imagen panorámica e
inestable de Nueva York, que se alimenta con datos de diversas páginas de la web
que a cada instante actualizan su información climatológica, social, botánica y
massmediática. Así, la ciudad de Merhi es una postal activa y compleja, cuyos
rascacielos varían sus dimensiones según el consumo, costumbres y predilecciones
de los habitantes de la urbe que acceden a los servicios de la red y expresan
allí sus requerimientos.
La obra se llama Time In, un juego de palabras sobre Time Out, nombre de una de
las revistas de actividades citadinas de mayor uso en ese inmenso centro
sociocultural que es Nueva York. Con la base de datos de Time Out, Merhi (quien
adelantó este proyecto con su colega el artista italiano Carlo Zanni,
uno de los pioneros del arte digital en su país) nutre y dinamiza la composición
arquitectónica del paisaje que crea. Las entradas, en relación con gustos y
búsquedas personales de información que allí se registran, influyen, según su
fluctuación numérica, en el comportamiento de cada edificio.
Por su parte, el cielo de Time In se acopla con la base de datos del Weather
Channel, la vegetación toma los giros estacionales del año y los dirigibles,
helicópteros y demás elementos aéreos reproducen el torrente informativo de
medios audiovisuales neoyorquinos.
Es un paisaje sensible a las conductas internas de la ciudad.
Merhi habla: “Tratamos de enlazar dos realidades: la digital, que existe en
Internet, y la física, que está en las calles. Es una interfase.
Está entre amabas. También es una manera de visualizar bases de datos y
acontecimientos que suceden en el mundo constantemente.
Se ha dado una generación de artistas que ha utilizado el texto computacional
como materia prima para crear este tipo de representaciones.
En un mundo movido por la información, donde ésta es un reflejo de lo que en él
acontece, este tipo de experiencias resultan cada vez más necesarias. Por otro
lado, está el acto de irrumpir en esos sistemas de información para dejar una
experiencia estética, cultural.
Una experiencia que trascienda el lenguaje, el texto y la información”.
Máxima seguridad
Time In está en exhibición en la muestra Culturecounter, que presenta la
galería Gavin Brwon’s Enterprise de Nueva York, donde Merhi y Zanni
comparten salas con los artistas Chris Caccamise, Dorota Kolodriejczyk y Jason
Meddows. La exposición coincide con otra colectiva,
On patrol, sobre el tema de la seguridad, en el centro de arte contemporáneo De
Appel, de Amsterdam.
Allí Yucef Merhi participa con la obra Máxima seguridad, una suerte de archivo
de los mensajes recibidos por el presidente de Venezuela entre 1998 y 2003, que
se convierten en un papel tapiz de 18x5 metros para recubrir las salas de De
Appel. Los conocimientos tecnológicos de Merhi le permitieron irrumpir
subrepticiamente en la antigua dirección de correo del mandatario. Esta pieza ya
ha sido mostrada en Los Ángeles y en Caracas (en la sala Mendoza).
Luego acompañó a los artistas que compitieron por el Premio Mendoza del año
pasado con la obra Justicia, con la que trazó un mapa de cuerpos caídos el 11-A.
Las inquietantes estrategias del artista apuntan al tema de los márgenes de la
legalidad, lo privado y, aludiendo al mismo nombre de la obra, la seguridad. Él
razona: “En los inicios de mi actividad artística me consideraba un escritor de
poesía y asumí todas mis actividades en función de la acción poética. En un
momento traté de extender los bordes del ámbito literario y me fue necesario
acceder al terreno de las artes visuales. Esto ocurrió por causas naturales y
accidentales.
En el proceso me di cuenta de algo muy particular: que la naturaleza de la
poesía es subversiva y el poeta, por definición, subvierte. Jean Cocteau dijo en
un entonces que el poeta es la oveja negra de la sociedad y, por ende, será
buscado y perseguido por las fuerzas del orden. Sin embargo, no deberá ceder,
deberá perseverar hasta hundirse en su propia tinta. Heidegger dijo algo
similar, que hay una relación intrínseca entre lo poético y lo subversivo. En
este sentido, todos estos proyectos podrían ser así considerados”.
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Foto cortesía
Yucef Merhi
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Una ficción
Empero, Yucef Merhi no se ha topado con censuras ni persecuciones.
“El arte es considerado, socialmente, una ficción. Este tipo de obras
simplemente pasan desapercibidas, a pesar de que sean mencionadas en los medios
o de que la gente esté al tanto de que existen. Dudo muchísimo que los políticos
lean la sección de cultura. Al menos, esta es una de las conclusiones que he
podido obtener en función de la facilidad con la que he podido realizar estas
acciones”, expone.
“A pesar
de que hablamos de esto con gracia y nos reímos del asunto, es una situación
bastante delicada, que el arte todavía no sea asumido como una forma de
conocimiento, que sea simplemente entendido como decoración de interiores, como
entretenimiento, como ocio inútil. A mí me preocupa y siento que es necesario
actuar.
Si no lo hizo la generación precedente, tendremos que hacerlo nosotros, a
quienes nos corresponde participar y tomar posición en esta condición, en lo que
la cultura representa para nosotros, porque ella simplemente ha sido delegada a
un cuarto plano”.
Y concluye: “Mientras las estatuas sigan siendo derribadas, mientras la obra de
nuestros maestros –Soto, Cruz-Diez, Otero, Marisol– se mantenga en situación
marginal, mientras los museos sigan desapareciendo funcionalmente, mientras las
colecciones sean reemplazadas o utilizadas con propósitos distintos al de ser
expuestas en un museo, nosotros los productores culturales vamos a seguir siendo
invisibles. Y las consecuencias de esto las está viviendo la gente, porque con
este tipo de acciones se disminuye la conciencia cultural de los venezolanos y
estamos reforzando el vandalismo y la ignorancia.
Esto ya está haciendo daño a corto, mediano y largo plazo, porque no solamente
la población de mediana edad está asumiendo esto, sino también los niños. La
trasgresión debe ser asumida como transformación, como regeneración; de lo
contrario es vandalismo”.
Culturecounter
hasta el 26 de mayo Gavin Brwon’s Enterprise 436 West 15th Street Nueva York
Miércoles a sábado, 12:00 m a 6:00 pm
On patrol
hasta el 20 de mayo De Appel Nieuwe Spiegelstraat 10 1017 DE Amsterdam