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El otro Pirelli ![]() [ Texto Luis Martínez ] La dirección electrónica del Museo de Arte Contemporáneo de Caracas Sofía Imber, www.maccsi.org, literalmente, no tiene nada que ver con el museo. Al entrar, se ve la edificación, cómo no, y las siglas, Maccsi, que no llaman a engaño: es un museo y es el museo de Parque Central. Hay una figura de un ovni que pasea por toda la pantalla del computador. Es extraña, es ilógica, pero así es el arte, se podría decir. La imagen del edificio invita a hacer clic y efectivamente el internauta ve obras artísticas, específicamente del "V Salón Pirelli de Artistas Digitales". Trabajos de Patricia Cazorla, Carolina Blanco Fernández, Carlos Gómez de Llanera, Dan Loaiza, Guillermo Torres Troconis, Conny Viera, Marcelo D'Orazio, Paola Tábora, entre otros. Quien esté un poco enterado, podrá imaginarse que son los mismos participantes que se ven en el museo de "verdad" (salvo Tábora, ningún artista participa en los dos sitios). Y es que el maccsi.org no es del Maccsi y por ello hay dos muestras que tienen el mismo nombre de caucho pero en realidad son diferentes. Por ello el salón digital es poco conocido y en el Museo de Arte Contemporáneo no quieren hablar de él. El V Salón Pirelli de Artistas Digitales (que en realidad no es el quinto sino el primero) surge de un artista, Yucef Merhi, que, conociendo cómo se maneja los dominios en la red (los nombres se registran por dos o un año y para seguir teniéndolo, se debe pagar la cuota, de lo contrario queda libre y llegan oportunistas y toman las direcciones libres). Pero, al parecer, Merhi tomó maccsi.org no para ganar dinero sino hacer una propuesta, en este caso, arte digital. "El proceso de intervención de la página que perteneció al Maccsi desde hace más de 5 años, se inicia cuando me percato de que el portal presentaba fallas técnicas. A partir de ese momento comienzo un seguimiento que dura varias semanas hasta que finalmente advierto que el dominio de esta institución es liberado por no haberse renovado el pago anual. En ese momento procedo a adquirir el dominio y con ello la introducción de una propuesta dirigida a reformular los actuales parámetros expositivos del arte contemporáneo venezolano". "Si bien se
ha catalogado esta acción como ilícita o subversiva, se debe
a la ignorancia de quienes han manipulado la información. La estrategia
que desarrollé para obtener el dominio del Museo de Arte Contemporáneo
Sofía Imber fue enteramente legal. Como he dicho anteriormente a
los medios de comunicación, esta acción se sustenta en la
incompetencia de los que están a cargo del museo. Curiosamente,
Sofía Imber fue la única persona interesada en que el Maccsi
obtuviese nuevamente su dominio, que por cierto está registrado
en centenares de bases de datos alrededor del mundo".
Habla el arte
Su caso es particular al estar presente (sin querer) en los dos salones: ella entró en el sitio maccsi.org y mandó dos trabajos: Voices 0.2, otra obra interactiva en el que en un computador normal aparecen imágenes fijas que, una vez tocadas por el "ratón" que el usuario mueve se convierten en videos llenos de sonidos de la "cotidianidad", como lo es el correr de una persiana o el barrido de una escoba. "La imagen en un comienzo no se entiende y es sólo cuando se activa el video que se descubre, de qué se trata la imagen y cómo se escucha". Merhi consideró esta obra más pertinente al "Pirelli oficial" y eligió para la página web Acustic.... Tábora descubrió hace poco las abismales diferencias entre los dos salones. "Quedé sorprendida al saber que una persona utiliza las siglas del Maccsi y el nombre de los cauchos Pirelli para crear un concurso de arte digital venezolano. Me parece que ha engañado a los artistas y probablemente a las personas y entidades con las cuales se ha promocionado como curador de tal evento. Yo siempre pensé que éste era un Salón auspiciado por el Museo de Arte Contemporáneo de Caracas Sofía Imber". Mientras tanto, sigue en Nueva York para culminar sus estudios en el Pratt Institute, y luego regresar con su trabajo de diseño gráfico para la revista Estampas de El Universal.
Marcelo D'Orazio es comunicador social graduado en la UCAB y actualmente vive en Pisa (Italia). Su trabajo, Ojo voraz es en cierta parte la continuación de su trabajo "en papel", y su extensión hacia el formato interactivo de la red. "Está formado por grupos de obras concebidas, realizadas y publicadas a través de computadoras, unidas por un recorrido escogido por el espectador. Algunas son pinturas sólo para ser observadas, otras son fotos y animaciones completamente interactivas, que sólo existen al ser activadas por el usuario. Por ello la curiosidad es el requisito indispensable para pasearse por la obra. Lo que quiero ofrecer al público son cosas y lugares nuevos para ver, y que al menos por unos segundos se sientan transportados hacia ese mundo".
¿Arte subversivo? El Maccsi no es que nunca hizo nada por recuperar su dominio. Lo hizo a comienzo de año, aprovechando que Merhi tenía un montaje en la Galería de Arte Nacional. Comenta Merhi que él planteó ante dos representantes del museo que en la dirección tuviera un espacio dedicado al arte digital, "donde se pudiera promover el talento venezolano en lo que concierne al Net Art (arte en la red). Lamentablemente los representantes de la institución negaron la posibilidad de realizar esto, basándose en la imagen tradicional y conservadora que caracteriza al museo y su colección". "Para ese momento (febrero de ese año) se publican en los medios impresos las bases del V Salón Pirelli de Jóvenes Artistas. Paralelamente, una periodista del diario El Mundo entrevista a María Luz Cárdenas, curadora del Salón Pirelli y regente de la Dirección de Artes Visuales, quien afirmó que la tecnología conduce al agotamiento, declarando: "Quisiéramos que los jóvenes despegaran un poco, que no se queden tanto en la utilización de la tecnología. Hay que replantearse el dibujo, hay que replantearse la pintura". No es un secreto la antipatía que siente María Luz por la tecnología, pero anunciar esto públicamente, considerando el cargo que desempeña, es una aberración", señala Merhi. En ese momento, decide crear el Salón Pirelli de Jóvenes Artistas Digitales. "Todas las bases fueron adaptadas al medio electrónico, siendo algunas cláusulas modificadas en su totalidad, como el límite de edad o la imposibilidad de alterar un trabajo una vez enviado el proyecto. Adicionalmente, introduje un formulario que permitiese a los artistas ingresar sus datos y enviar sus proyectos por Internet, de modo tal que todos los registros quedaban guardados automáticamente. De esta manera inicié lo que podría ser considerado como el primer salón de arte digital venezolano". El pasado primero de noviembre se llevó a cabo la inauguración de este Salón Pirelli de Jóvenes Artistas Digitales. Pero no hubo brindis presencial ni los discursos de rigor: se realizó un encuentro en un chat room, donde los artistas participantes, ubicados en distintos puntos del globo terráqueo, dialogaron con los usuarios/espectadores que asistieron al peculiar evento. Para Merhi este Salón Pirelli de Jóvenes Artistas Digitales es una muestra totalmente independiente de las estructuras tradicionales del arte. "Resulta necesario crear vías alternativas para que los artistas puedan seguir creando y exhibiendo sus trabajos. Sin embargo, es fundamental adoptar un enfoque distinto a lo que se entiende hoy por arte. No es posible que los artistas sean tratados como individuos cuyo propósito reside en decorar el interior de un museo. Los artistas no son decoradores de interiores, aunque existan excepciones como el americano Jorge Pardo". "Bajo estas circunstancias, Internet se presenta como un medio eficaz para expandir la noción del arte contemporáneo. En una reciente entrevista realizada a Nam June Paik, considerado el precursor del video-arte, comentó que Internet resulta un medio apasionante ya que los artistas pueden colaborar con otros artistas alrededor del mundo, abriéndose la posibilidad a un nuevo tipo de arte. Este Salón Digital ofrece la oportunidad de establecer un diálogo mucho más dinámico y contemporáneo en relación con el discurso tradicionalista que muchas instituciones venezolanas todavía insisten en sostener".
La película es generada en tiempo real mediante una serie de instrucciones elaboradas en el lenguaje de programación Basic. El film está conformado por 2 personajes rectangulares que continuamente se desplazan por la pantalla; en el momento en que los personajes coinciden se establece un diálogo que es convertido en tonos musicales, creándose una melodía aleatoria de 8 bits". Luego de conocer la historia del dominio maccsi.org, el ovni que da la bienvenida a los visitantes del Museo de Arte Contemporáneo de Caracas Sofía Imber, no resulta para nada extraño. Y es el símbolo evidente de lo que ocurre allí. El "Pirelli digital" ofrece 12 trabajos interesantes, casi todos ellos interactivos, propuestas ingeniosas basadas en las nuevas tecnologías, especialmente Internet. |
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