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NEWS | Un Arte Extraterrestre Yolanda Pantin
Yucef Merhi llegó a Nueva York procedente de Caracas hace apenas un par de años. En ese corto lapso de tiempo, y contra las aves agoreras que lo advertían de toda suerte de obstáculos y dificultades, el muy joven artista venezolano logró penetrar las intrincadas redes de exhibición del arte en esa ciudad. Su anterior exhibición en Exit Art de esa ciudad, llamó la atención de críticos y curadores quienes valoraron en este artista el uso de la mas alta tecnología como soporte de su discurso. Merhi estudió Filosofía en la Universidad Central de Venezuela y en la New School University. Tiene varios libros de poesía publicados, de tal manera que su trabajo artístico no puede desligarse del ejercicio poético, ni como lector y ni como autor. Y.P.- Se que eres un lector, por ejemplo, muy apasionado de Alejandra Pizarnik, me gustaría que me dijeras qué aporta a tu trabajo, en apariencia tan frío y desapegado, tan cerebral, un trabajo como el de la Pizarnik que más semeja, como todo trabajo poético, según como yo lo veo, una “masa emotiva”? Y.M.- Debo confesar que siento una irremediable pasión por la vida y obra de Pizarnik, al punto de haber diseñado el primer sitio que hubo en Internet sobre esta escritora. En Alejandra encontré una fuerza que empujaba las palabras y las lanzaba a un abismo inconcluso, de modo tal que no llegaba a engendrarse el vacío sino una suerte de duda que permaneció abierta. Alejandra no escribía, hacía el amor con las palabras. Y en relación a las palabras, lo que he alcanzado hasta ahora no son más que variaciones de lo que planteé inicialmente, es decir, otra manera de concebir el poema, donde el objeto es una extensión de la palabra, un instrumento con una finalidad muy bien definida. En este sentido, el Reloj Poético es un poema que cambia cada segundo y que se hace otro de sí mismo 86.400 veces; Micrologos, un trío de poemas microscópicos; Poetic Alchemy, un poema constituido por billetes; y así sucesivamente. Si adoptamos esta perspectiva para apreciar mi trabajo, entonces se podría inferir que estas piezas, lejos de ser “obras de arte”, son simplemente construcciones poéticas que difieren de la poesía tradicional. La poesía otorga al objeto su condición de obra de arte. Volviendo a Alejandra, no es casual que esta virtuosa de la palabra también se haya dedicado al arte. En una entrevista que Martha Isabel Moia realizara a Pizarnik, Alejandra comentó que en la pintura se liberaba de la tensión que provocan las palabras, de evitar trabajar con las palabras. Aludiendo a esta afirmación, me inclino a pensar que Pizarnik erigía sus versos con cierto rigor más allá de la emotividad que caracteriza a su obra, lo cual coincide con mi práctica . Y.P.- Me gustaría que habláramos de la recepción de tu trabajo en Venezuela. Creo que ese tema es muy importante porque marca una enorme diferencia entre los mundos, entre el primer y el tercer mundo. ¿No es esa situación muy dramática también para un artista, el que para que su obra sea comprendida dependa del uso y conocimiento cotidiano de cierta tecnología? Y.M.- En Venezuela ocurre un grave problema y es que el
arte, eso que hacen los artistas y que algunos llegan a mostrar públicamente,
es apreciado, en términos generales, como un elemento decorativo
y en algunos casos como entretenimiento. Esta situación ha descalificado
el sentido “real” que puede tener una obra. Por ejemplo, cuando presenté
un trabajó llamado “Poliverso”, sistema que me tomó 4 años
de investigación, pasó desapercibido en el circuito expositivo
de Venezuela. Un Poliverso, apartándolo de su condición
plástica, representa un nuevo recurso literario, así como
el palíndromo, que concebí a partir de la secuencia matemática
de Fibonacci.
Y.P.- ¿Qué nuevos retos y problemas plantea, por ejemplo, el arte en la red? ¿qué es para ti el arte del futuro? O mejor aun: ¿tiene futuro el arte? Y.M.-Todas las personas que están vinculadas al arte de una u otra manera se muestran curiosos por el presente y el futuro del net art o arte en la red. La red es un medio que ha crecido y madurado en estos últimos años gracias a distintos acontecimientos como la caída del Nasdaq, la creación de Napster, entre otros tantos eventos, sumados a la aparición de diversas soluciones y problemas sociológicos en torno a Internet y el frecuente uso de las computadoras. El arte en la red que se está desarrollando hoy día define la apertura de un nuevo mercado dirigido seguramente a las nuevas generaciones. El avance y evolución del mercado tecnológico ha ocurrido vertiginosamente y, por motivos naturales a nuestra condición humana, la sociedad en la que vivimos exige que todo marche a la misma velocidad. Bajo estas premisas se está configurando la siguiente etapa, la de creación. El arte en la red se viene gestando desde hace 3 décadas; sin embargo, no es hasta la aparición de la www que muchos artistas se afirmaron como net artistas. Y aún así, no es sino hasta el año pasado (2000) que finalmente las grandes instituciones museísticas y galerías de prestigio comenzaron a aceptar e introducir en sus espacios propuestas de este género. Todavía es necesario que se filtren muchas cosas, tanto teórica como prácticamente. De los muchos problemas, uno de los que más me llaman la atención es la incompatibilidad. A pesar de todos los esfuerzos que se están haciendo por crear un entorno común a todas las máquinas que se conectan a la red, existen diferencias cuantiosas en el desenvolvimiento de las aplicaciones que dependen del computador, de la versión y tipo de navegador (Netscape, Internet Explorer, etc). Lo curioso, si es que se puede llamar así, es que un usuario llega a percibir una “realidad digital” distinta a la que pudiese advertir otro usuario. Esto hace que la percepción de arte en la red sea dinámica a priori. A lo largo de la historia del arte nos damos cuenta de que muchos artistas han intentado capturar el movimiento. Pensando en esto visualizo al arte del futuro como un espacio donde predominará el movimiento en su definición más elemental y la exploración de todas nuestras aptitudes sensoriales. Todavía hay muchos términos que ya estamos habituados a escuchar como realidad virtual y holografía, entre otros tantos mecanismos que permiten la interacción de nuestros sentidos, que apenas se encuentran en una etapa embrionaria. Tal vez sea egocéntrico decir que el arte dejará de tener futuro cuando nosotros (la especie humana) dejemos de existir, lo cual me conduce a pensar en la naturaleza del arte y en un “arte extraterrestre”. ____________ El 19 de Octubre de 2001 se inaugurará en el New
Museum de Nueva York la exposición CIN-O-MATIC: Memory
an Cinematic Perception que permanecerá abierta hasta el 30 de Diciembre
de ese año. Los artistas que participarán en ella son Adirft
collaborative project, Willy Le Maitre-Eric Rosenzveig, John Cabral, Joseph
Nechtaval y Yucef Merhi. Los curadores de la muestra son Michele Thursz,
y Anne Ellegood, curadora del New Museum. Michele Thursz es la fundadora
de Moving Image Gallery y es una de las promotoras del net art y digital
art más reconocidas de NY; recientemente, en su edición correspondiente
a los meses de julio y agosto, la revista Artbyte publicó un artículo
sobre el trabajo de esta curadora y promotora artística quien es
considerada la Mary Boone del momento.
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